viernes, 4 de febrero de 2011

Desde que Serena bajó del tren

La discusión sobre el punto más bajo de Gossip Girl suele estar reñida entre los días en los Hamptons del inicio de la segunda temporada, la etapa Hilary Duff de la tercera y la actual. Son cosas de esas incomprensibles porque diría que cuando una serie siempre está en el pozo, es que pertenece allí. Quizá en realidad la serie está de capa caída desde que Serena Van der Woodsen bajó del tren en Grand Central y vimos que no era ni suficientemente adulta, ni inteligente, ni pseudointensa, ni cínica, ni irónica, ni graciosa. Vamos, que era tan vacía (y superficial) como la mirada de Chace Crawford.


Tampoco entiendo como a estas alturas alguien aún puede referirse a Gossip Girl como a una serie de éxito. Ha ocupado muchas portadas y es verdad que se ha hablado mucho de ella, pero nadie la ve. Bueno, sí, todos los que os molestáis en leer la entrada (y yo en escribirla), pero poco más de un millón y medio (en directo) en Estados Unidos es lo mismo que cuatro gatos. Menos que Mad Men. Y aunque contabilizáramos unas hipotéticas descargas, seguiría siendo el vagón de cola (detrás, repito, de Mad Men). Pero los vestidos, complementos y los lametazos a cucuruchos hacen que esté por todas partes.


Por esto tampoco me entra en la cabeza que la gente se rasgue las vestiduras por si algún actor se larga de Gossip Girl. Primero hubo los que pusieron el grito en el cielo cuando Leighton Meester avisó que, después de los dos años de contrato que le quedaban, ella se iba a triunfar en el cine. Sin entrar en debates sobre lo mal que elige los papeles (desde la vapuleada Country Strong a eso llamado The Roommate), la declaración no suena ni a exclusiva. Solamente vino a decir que no se pasaría toda la vida haciendo de niñata consentida (normal en las series teens a menos que seas de One Tree Hill o Smallville). Otro que avisó que ya estaba preparado para emanciparse fue Ed Westwick, cuyo mayor impedimento seguramente será la falta de ofertas (Chuck Bass mola, no él). Y la auténtica preocupación es Blake Lively, que no dice nada, pero es un secreto a voces que el Upper East Side se le ha quedado pequeño, sobre todo si The Green Lanthern funciona en taquilla (y tras tener un breve pero importante papel en la alabada The Town de Ben Affleck). Pero la cuestión no es si ellos abandonarán el barco en un año, dos o medio, sino si Gossip Girl podrá aguantar tanto tiempo, sobre todo cuando tiene un perenne escape de audiencia. Y si la pronta cancelación no ayudará a que, en cierta forma, dejen de escribir tonterías que ya no se aguantan ni con alfileres.


Vanessa, de pegote bueno a malo. La gran Lilly, de turbia a madre coraje, dependiendo del humor del guionista de turno. Blair, una broma. Chuck, otra. Jen, castigada porque la CW, que crió un monstruo llamado Taylor Momsen y luego no supo controlarlo. Y Serena continúa siendo un personaje al que jamás han querido dotar de demasiada personalidad y que si triunfa como la espuma es porque Blake Lively tiene tanto encanto que la ha sabido sacar adelante. La química con Penn Badgley fue un regalo de los Dioses. Y quizá como nunca he tenido fe en esta serie, estas últimas semanas me han parecido de lo más acertadas. Erráticas (¿por qué Serena siempre elige lo opuesto a lo lógico?) y patéticamente pretenciosas (Chuck, Chuck, Chuck y su imperio), tienen la suerte de haber encontrado otra innegable química entre Dan y Blair. Que alguien le haga un monumento al muchacho corriente de Penn Badgley por tener química con ambas, por favor.


Así que basta de triángulos increíbles como el de Serena, Dan y Nate (puesto que este último es más asexual que Dorota) y que Serena y Blair se disputen a Dan. Eso sí que sería una bonita forma de despedir el Upper East Side, aunque en el fondo no se lo merezca.

8 comentarios:

titania (Verónica) dijo...

Ay, yo debo ser de las pocas que todavía la ve y cada vez que pasa un episodio me preguntó por qué. Anyway, totalmente de acuerdo con lo que dices (aunque yo le tengo ganas a "Country Strong", no por Leighton, si no por Gwyneth).
Gossip Girl tiene las horas contadas y cada vez va a peor. Las tramas son ridículas y los episodios muy aburridos, lo de Blair y Dan, perdóname pero se veía venir ya desde hacía mucho, y es que son los únicos que no se han liado entre ellos todavía... jejeje... Chuck me agota, lo mismo que la tontería de Blair, doy gracias porque Jenny desapareciera y Lilly, que me encantaba, ha perdido muchísimo y a Rufus casi ni se le ve. Eric sí me gusta, a ver si le dan un poco de protagonismo y Serena es el personaje más tonto de la televisión, pero tienes razón en lo de Blake Lively, menos mal que es ella quien la interpreta porque de otra forma sería odiosa.
Ya me veo venir la trama con el triángulo Dan, Serena y Blair, que aunque pueda parecer interesante a mí me cansa también, porque todos sabemos cómo va a acabar a esto. Serena se meterá por medio y Dan volverá con ella y Blair y Chuck acabaran juntos, como no. Lo que molaría es que lo hicieran al revés, pero no creo que se atrevan.

Hloke dijo...

Yo dejé de ver la serie allá por la tercera temporada, en el cuarto o quinto capítulo por el mero hecho de que ni aguantaba a Serena, ni soportaba las idas y venidas de Jen, entre otras cosas. Se puede decir que básicamente veía la serie por Blair y Chuck, pero lo otro me podía más así que corté el grifo. Yo creo que es normal que la serie esté perdiendo audiencia. Todo ese toque fresco de la primera temporada es evidente que hace tiempo (mucho) que se perdió. Por no hablar de los guionistas que se sacan de la manga cualquier cosa para hacer de Serena siempre el santo centro de atención, cuando, seamos realistas, esa chica no está bien de la cabeza, no solo por ser lo más inconstante que he visto en mi vida, sino porque, como tú dices, en vez de escoger lo más lógico, siempre se decanta por lo difícil.

Yo creo que hoy en día no hay ningún carácter fuerte, ningún personaje que lleve realmente el peso de la serie. Blair siempre fue una secundaria (injustamente a mi parecer, porque siempre ha dado mucho más juego que la insulsa de Serena), y los chicos están básicamente a merced de ellas dos. Qué decir de los adultos...

Pero curiosamente siempre me paro a leer las entradas de la serie, para saber, más que nada, si algún día volverán a ser lo que fueron. Ya veo que no.

Perdón por el tocho, y me encanta tu blog xD

Un telespectador más dijo...

Pues a mi me aprece que en esta temporada han atravesado uno de sus mejores momentos con la incusión de la malérrima Juliet, muy por encima de Georgina (si se llegan a haber aliado ya hubiese sido la releche).

Antes del parón cerraron todas esas tramas y ahora las que han abierto no son tan potentes, pero veremos por donde tirán. A priori no soy muy fan de que Blair y Dan tengan algo (yo no se cómo hace la gente en las series para enamorarsey enamorarse tan facilmente de tanta gente)más allá de una aminemistad, pero si lo saben llevar igual hasta me lo creo. Aunque Dan siempre debería a acabar con Serena (este es mi pensamiento, aunque me reconcome por dentro ver como ella le hace los desaires que le hace, simepre anteponiendo sus problemas a él).

Saludos!

P.D: ¿Gossip Girl sin Chuck? ¿Blair sin acabar con Chuck? No lo concibo, con lo que me gusta su historia...

Fon dijo...

Para mí, las horas bajas de Gossip Girl fueron la segunda mitad de a segunda temporada y la tercera al completo (aunque los primeros y los últimos capítulos la hicieron llevadera). De hecho, me parece a mí, que esta cuarta temporada la está sacando de nuevo a flote. Independientemente de las audiencias (que como todos sabemos, no siempre la audiencia acompaña a las series en sus mejores temporadas), la llegada de Katie Cassidy fue todo un acierto.

Siempre he sido muy fan de Serena y Dan, pero la opción de Blair y Dan me parece acertada, y muy buena alternativa. Serena y Blair siempre me gustaron, pero Dan, después de caerme tan bien en la primera temporada, fue cuesta abajo y sin frenos, hasta esta temporada, que ha sabido recuperarse.

Y tampoco concibo yo Gossip Girl sin Blair o Chuck. Otra cosa sería Nate, que sobra desde el final de la primera temporada, porque la trama de su padre tiene 0 interés.

Jaime Grau dijo...

Estoy con Un telespectador más y con fon_lost. La segunda y tercera temporada son horribles, pero creo que en esta cuarta temporada lo están haciendo muy bien, aunque personalmente pienso que sea todo gracias a Blair... pero a mi todavía me da lo que le pido: entretenimiento y mala leche.

Eso sí, si empiezan a irse los actores que acaben con la serie... no me imagino a Gossip Girl viviendo de Nate y Vanessa.

Crítico en Serie dijo...

Titania, lo de Blair y Dan se veía a venir porque era una de las pocas combinaciones que aún no se habían utilizado.
Cómo me joda que se maltrate tanto al personaje de Serena, cuando tiene mal carisma que todos los demás (menos Dan) juntos. Y no, no se atreverán a girar las parejas de forma definitiva al final de la serie ;)

Hloke, lo curioso de los placeres culpables es que te interesa leer sobre ellos aunque tú los hayas dejado. A mí me ocurre con Private Practice y, por culpa de ir leyendo, nunca me puedo despedir de la tediosa One Tree Hill (que si ahora Brooke tiene despedida de soltera, que si ahora es la boda). Y gracias ;)

Telespectador, el problema que yo le vi a Juliet es que ya tenemos demasiada calada a Katie Cassidy. Su forma de actuar, tan repelente, ya la vimos por Melrose Place y Supernatural (en Harper's Island por lo menos cambiaba de registro). Y yo, personalmente, quiero verla haciendo algo distinto. De hecho, podría haber hecho de Juliet sin el rentintín. Además, se la veía mayor para el personaje. Por eso sigo pensando que Georgina es la mala más divertida. Es tan paródica que divierte.

fon_lost, Dan siempre ha sido una monada de chico (he dicho). Y qué fuerte me parece que Nate sobre desde siempre. Da igual que se haya liado con Vanessa, Serena, Blair y Jen. No tiene ni pizca de gracia. Y todo es culpa del actor, que no sabe insuflar vida a ninguna trama que le escriban. Se tiene que ser muy mal actor para no tener química con ninguna actriz de la serie. De hecho, siempre le vi más química con Penn Badgley.

Manganxet, Gossip Girl nunca se ha atrevido a tener mala leche de verdad. Todo son 'intentos de' que se quedan en nada. Serena, por ejemplo, debería haber sufrido mucho más esta cuarta temporada. Pero la serie se dirige hacia un espiral de maldad... y una vez le tienden la trampa todo se resuelve de forma muy rápida.

Perse dijo...

xDDDD me ha gustado mucho tu entrada! Yo veo GG aunque no la sigo exactamente, sino que pongo Cosmopolitan y veo los capitulos que pasan sin saber ni siquiera el orden; aún a pesar de eso, me cosco de todo. Creo que Serena es el personaje mas tonto que hay aunque Blake Lively me gusta y lo que comentas, ella hace que no sea tan insoportable. Chuck me parece de lo mejorcito a pesar de que es un afectado y Blair de mala que es a veces resulta autoparódica. Nate sobra, correcto; Vanessa es la única que a veces me resulta normal y a Jenny la detesto, es como la novia de Chucky....
En fin, seguiremos echandole un vistazo ;) Buen blog!

Crítico en Serie dijo...

Perse, Blake Lively es tan mona que es mi personaje favorito de GG. Tal es mi fascinación por la actriz. Lástima que se empeñen en hacerla tan irritante este año. Pero vas muy bien encaminada cuando describes a todos los personajes, aunque yo a Jen le tengo aprecio, aún no sé si porque me gusta el personaje o porque me hace muchísima gracia la mapache de Taylor Momsen.