Hemos empezado el 2012. Como cada año, seguramente habrá quienes se habrán planteado qué les toca mejorar en su vida durante los doce meses que nos quedan por delante para poder encontrar la felicidad. Pues eso, más o menos, es lo que decide Amy Jellicoe cuando sufre un ataque de nervios en el trabajo. Necesita cambiar, no tanto para no perder su puesto, sino para ser mejor persona. Y después de pagar un dineral en terapia en Hawaii, vuelve convertida en una mujer renovada, hasta iluminada. El problema vendrá tras bajarse del avión y enfrentarse a su realidad otra vez: ¿podrá ser mejor persona a pesar de rodearse de toda la energía negativa que la llevó a perderse?
Así podría resumirse Enlightened de la HBO, posiblemente una de las series más polarizadoras de este otoño. Su problema radicaba básicamente en su concepción: el canal no tuvo en cuenta que tendría que cargar con los pecados de la competencia. Las malas artes de Showtime con sus dramedias de media hora (tan prometedoras como decepcionantes) impidieron que se la pudiera ver con ojos claros y su planteamiento también podía llevar a la confusión: un personaje incómodo y un histérico arranque hacían creer que estábamos ante la filosofía attention-whore y de resultados mediocres de The Big C, Nurse Jackie o US of Tara. Que la protagonista encima fuera Laura Dern, conocida por ser musa de David Lynch, también alimentó el prejuicio.
Enlightened, en cambio, no podía ser más mejor. Tiene unas ideas muy claras y un universo rico en significado y en lecturas. El desequilibrio de Amy Jellicoe, que regresa a una empresa donde no la quieren y que es mandada a un sótano repleto de inadaptados, podría ser muy irritante pero acaba siendo tierno. No deja de ser una mujer que, perdida por la voraz competición laboral, quiere ser más meditativa, introducir cambios en su vida y a su alrededor, y aproximarse lo máximo posible a la felicidad o, de no ser posible, a la paz interior.
Además, este viaje interior viene avalado por una concepción muy orgánica. Dern es la co-creadora de la obra junto con Mike White, que se reserva un papel como secundario, y la madre de la ficción, Diane Ladd, también es la madre de Dern en la realidad. Vamos, que tiene las condiciones adecuadas para que sea una obra natural y fluida, que se deja llevar hacia donde le piden las entrañas (el bottle-episode centrado en la madre así lo demuestra).
Esta autenticidad, asimismo, también le dan un toque hasta intelectual cada vez que su protagonista suelta morralla de libro de autoayuda porque utilizan un discurso tan manido a su favor. De la misma forma que no dejan de lado la ironía, siendo muy conscientes de lo ridículos que son, en cada discurso tópico acompañado de evocadoras imágenes de ríos y bosques también hay espiritualidad y algo de envidia.
Al fin y al cabo, Amy podrá ser patética, perderá los papeles continuamente y tendrá una noción de la realidad muy poco útil, y hasta podremos encontrar en ella algunos rasgos de nosotros mismos que no queremos reconocer (la neurótica, antipática, desesperada), pero lo que la diferencia es que cada día se despierta con unas genuinas ganas de mejorar y cambiar su vida y la de los demás. Y esto es tan admirable que, destrangis, Amy Jellicoe se ha convertido en la nueva heroína de la televisión, que además no hay ni Dios que se lo ponga fácil.
P.D: La semana pasada los chicos de Zapping Magazine sacaron su cuarto número donde, entre especiales de fin de año, hay una entrevista que me hicieron. No sé hasta qué punto mi entrevistador no lo hizo (con cariño y) con ánimos de buscarme haters, pero fue muy divertida de responder. ¡Por si os pica la curiosidad!
3 comentarios:
No habí leído nada demasiado agradable de la serie y acabé por ni siquiera empezarla, ahora me dejas con la duda... ya veremos, que ya que me han cancelado Bored To Death y HTMIA a lo mejor relleno su hueco dandole una oportunidad, pero no creo que sea ahora mismo.
¡Saludos!
Oskar, episodios de máximo 30 minutos... ¡no puedes perdértela! ;)
A mi la serie me atrapó... y me dejó con ganas de saber más de las desventuras de Amy en la T2.
Los personaje de Mike White y Diane Ladd, geniales!
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