Para los que no nos interesa el fútbol americano, la Super Bowl del domingo tiene dos notas muy positivas. Primero, Madonna se encargará del entretenimiento de la media parte, lo que significa que irá a por todas con su último trabajo, MDNA, lo que suele intentar cada vez que un álbum suyo no funciona (y Hard Candy fue un flop a varios niveles). Y en el ámbito televisivo, lo que todos los analistas norteamericanos esperan es ver cómo funciona la nueva temporada de The Voice que se estrena justo después del partido.
La NBC no tuvo que exprimirse mucho la cabeza a la hora de decidir qué programa ocuparía semejante hueco de su programación porque, aunque todos recordamos lo bien que le fue a Anatomía de Grey o a Friends emitirse después de la Superbowl, también es un espacio que comporta muchas responsabilidades y no tenían muchas opciones. Pero, de por sí, no es tan fácil como emitir cualquier programa en la franja y ya está. Hay muchas expectativas y a la práctica se ha demostrado que sirve mucho más para consolidar productos ya populares que para lanzar de nuevos. De aquí qu ela FOX programara Glee el año pasado, aunque para entonces ya había explotado todo su potencial y sólo lo descubrirían a posteriori.
Esta temporada, sin embargo, la decisión de NBC tiene toda la lógica del mundo. La anterior primavera estrenaron el talent show The Voice con mucha promoción pero pocas expectativas por parte de la industria y el público, y les dio resultado. Las interacciones y valoraciones de Christina Aguilera, Blake Shelton, Cee Lo Green y Adam Levine de Maroon 5 encontraron su público con un formato mucho más humilde que X Factor o American Idol, en el que los mentores eligen a sus candidatos sin ver su físico en la fase de cásting. Y se nota que la NBC no tenía nada mejor. Sus series asentadas no cumplen los requisitos mínimos de popularidad o de interés y la historia ha dejado claro que estrenar una ficción nueva no es una buena idea (Extreme de la ABC se canceló antes de terminar la primera temporada).
Lo curioso es que nadie ha puesto el grito en el cielo por la decisión tomada por la NBC. Cuando la CBS eligió estrenar el reality Undercover Boss después de la Super Bowl (de planteamiento y seguimiento mucho más fácil que una serie) fueron muchos los que predijeron que era otro síntoma de que los canales habían dejado de apostar por la ficción de calidad. Pero a nadie se le ha ocurrido hacer tal afirmación con The Voice porque los críticos son muy conscientes que la NBC no tenía otra opción viable con las catastróficas temporadas que ha tenido en los últimos años.
Esta es una de las razones por las que la maniobra de emisión será muy observada y analizada. La NBC necesita un gran éxito para salvar el año de la quema y The Voice podría ejercer de buque insignia del cambio (que además se emite dos noches a la semana). Y también hay mucha curiosidad por ver cómo afecta al monstruo de la TV americana, American Idol, emitiéndose los dos al mismo tiempo, sobre todo ahora que FOX ha cansado a su público con X Factor en otoño.
Y para los que amamos la ficción de calidad será muy importante que funcione toda esta operación. Si bien el domingo comienza The Voice después de la Super Bowl, la serie musical Smash se estrenará el lunes después del talent show. Por lo tanto, si The Voice obtiene buenos registros y arrastra buena parte del público, Smash tendrá una mejor plataforma para construirse una audiencia, algo que es muy difícil cuando el público le ha dado la espalda a tu canal. Entonces veremos si, paradójicamente, la telerrealidad puede salvar a la ficción.
2 comentarios:
Soy fan de The Voice desde el minuto en que anunciaron al plantel de jueces (no como lo que nos viene a España...) y esperaba con ansias el estreno de la segunda temporada. El movimiento de NBC no puede ser mas inteligente, ya que refuerza de un tiro dos de sus mayores apuestas del año. Con una audiencia previa de 100 millones de personas, solo con que mantenga un 20% igualara los datos de American Idol de los castings y eso es un golpe de efecto brutal si pasa. Motivo por el cual los de AI han movido su programación a la misma hora. Si The Voice gana este primera asalto (el único que tiene posibilidades de ganar pk luego las audiencias bajaran y las de AI se mantendrán bastante altas) tendrá casi asegurada una tercera temporada y sera un buen golpe de efecto de un reality similar derrotando al gigante por primera vez. Y si a The Voice le va bien, Smash tiene mas puntos a su favor de que sea un éxito, cosa que estoy rogando en todas las religiones que conozco y algunas que no XD. Tengo ganas de que lleguen el domingo y el lunes para ver los programas, pero esta vez, las malditas audiencias me tienen negro. Mientras no haga como Alias en su momento, estaremos salvado xD
Lo bueno de The Voice es que, cuando se estrenó, tenía mucho público joven (empezó con un cinco en los demográficos por doce millones de espectadores, lo que no está nada mal). Pero paso de adelantar nada que la situación da para bastantes escenarios. A ver qué ocurre.
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